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    Sea parte del cambio




    Yo no vendo música cristiana –Me dijo el dueño de una tienda de discos— porque a mí no me gusta hacer negocio con las
    cosas de Dios. Yo vendo música de narcocorridos, de amores ilícitos, etc. Y vender música cristiana seria faltarle el respeto a
    Dios y traer más condenación a mi vida.

    He aquí un buen hombre –dije dentro de mí— Pues en cierta manera es conciente de lo que esta haciendo y tiene, de alguna
    forma, temor de Dios.

    Sin embargo, tuve que explicarle que, para nosotros los cristianos, es un privilegio agradecido, poder estar presentes en las
    tiendas de discos. Pues uno de nuestros objetivos principales era poder llevar la luz de Dios donde se necesite, y que mejor que
    venderle un disco que hable de la fe en Jesús, a alguien que anda buscando unas rancheras para emborracharse.

    Como productor de música cristiana, yo prefiero mil veces venderle un disco cristiano, a una persona que vive indiferente al
    amor de Dios, que a un hermano en la fe. Pues este ultimo se supone que vive en armonía con Dios y por consiguiente ya ha de
    tener una buena colección de música. Pero el no creyente puede mitigar su sed espiritual en una de nuestras producciones.

    Así como usted no necesita ser traficante de drogas, para vender narcocorridos, tampoco necesita ser cristiano para vender
    música espiritual. Si para ser dueño de una tienda de discos, usted tuviera que identificarse intrínsecamente con cada cosa que
    vende… necesitaría vestirse como roquero el lunes, rapero el martes, norteño el miércoles, mariachi el jueves… ¿sigo…?
    salsero y merenguero el viernes y sábado, y ¿el domingo?

    Bueno, ya sabemos que la cosa no es así. Pero si ayer usted vendió “La lambada”, “La gota fría”, “Sopa de caracol” y “La
    macarena”, con letras que no llevaban a ninguna parte. ¿Cree usted que Dios se vaya a ofender porque ahora venda algo con un
    significado diferente y positivo?

    Quizás mis letras estén sonando un poco persuasivas, quizás parezca que tengo la intención de convencerlo a trabajar con la
    música cristiana. Así que si no esta muy claro, lo declaro abiertamente. ¡Esa es mi intención! que usted no solamente aprenda,
    sino que también se beneficie de forma correcta del creciente mercado de la música cristiana.

    Le invito a que no cierre su mente a este mercado que, realmente no es nuevo; lo que pasa es que hasta ahora que nos ha
    tocado vivir a nivel mundial las consecuencias del pecado, las personas nos hemos hecho más sensibles a las cosas de Dios.
    Aproveche el tiempo y no se quede afuera de este asunto, sea parte de las personas que aportan su grano de arena para hacer
    de este un mundo mejor. Por lo menos haga la prueba.

    La palabra “prueba”, me hizo recordar cuando en una ocasión el cantante Rabito visito una estación de radio en Texas, el
    programador de la radio, discutía con el promotor el asunto de que supuestamente, Rabito no encajaba dentro de su
    programación.

    Rabito, quien se dio cuenta de lo sucedido, entro a la platica y reto de buena manera al programador con la siguientes palabras:
    “Vamos al aire, presenta la canción Sinceridad, si la gente te llama y te dice que les gusto… la incluís en la programación. Si
    nadie te llama por la canción, yo me voy de aquí y no me vuelves a ver nunca más”

    El programador acepto el reto. Las líneas se llenaron con llamadas de personas que FELICITARON a la radio por pasar una
    canción con tan lindo mensaje. De hecho, les pidieron por favor que siguieran agregando ese tipo de música, ya que eran letras
    positivas que promovían el amor a Dios y la unión familiar. Como resultado, Rabito pasó casi dos horas al aire, hablando con la
    gente.

    Si usted es un programador de Radio, usted puede hacer una diferencia positiva en beneficio de su audiencia. No lo deje para
    mañana, empiece hoy mismo a llevar esperanza y amor limpio a todos sus oyentes. No se cierre a la idea de que para eso
    existen las radios cristianas, porque hay miles de personas que no quieren escuchar todo el día una radio religiosa. Pero sí, una
    donde de cuando en cuando les recuerden el amor a Dios.

    Tome el ejemplo de Puerto Rico, un país que a pesar de estar repleto de música popular, hoy en día las emisoras populares
    incluyen necesariamente canciones cristianas, para satisfacer a su audiencia. Vamos, ¡anímese! No todo en esta vida es sexo y
    violencia. Y usted puede contribuir a que cosas buenas ocurran.

    Por cierto, El señor de la tienda que les hablaba al principio, terminó comprando una buena cantidad de música cristiana y la ha
    vendido de una manera extraordinaria. Y usted, ¿tomo suficiente leche hoy? Digo, ¿escucho música cristiana hoy?


    Escrito por:
    Melvin Chacón
    Director de Grabaciones Musife
    Miembro de Iglesia del Nazareno
    (818) 904-0398
    melvin.chacon@musife.com