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    El poder de la Música Cristiana


    Todas las canciones tienen el poder de manipular los sentimientos de las personas. Tanto las cristianas como las populares,
    ya sea un Rap, una balada romántica o un tango. Por eso hay canciones que en cuanto uno las escucha, salta a la pista de
    baile. Por otro lado, las hay también que motivan a emborracharse. Y las menos afortunadas, nos motivan a apagar el radio o a
    dedicarnos a otra cosa sin prestar atención.

    El caso es que la música cristiana, algunas personas la han utilizado para manipular los sentimientos de las personas, y estas
    terminan llorando, por el “sentimiento” que las letras les provoca, lo cual, no esta del todo mal. Porque ¿que de malo puede
    haber, en llorar para Dios?

    Sin embargo, muchas personas cristianas buscan en la música, un “toque de Dios”, es decir: “Un toque del Espíritu Santo”. Y
    muchos cantantes, a falta del toque de Dios en las personas, manipulan los sentimientos del oyente para que, de una u otra
    forma lloren. Y es que las personas que son tocadas por Dios, tienden a llorar de gozo y felicidad. Aunque no es una regla o el
    caso en todos.

    Por ello, podríamos decir que la música cristiana se divide en dos partes. En la comercial y en la espiritual. En la que la gente
    produce por amor al arte “santo” y la que nace inspirada por Dios. La primera es la que conmueve los corazones, y la segunda la
    que conmueve el espíritu y hace milagros.

    Tal es el caso de las canciones de San Pablo, quien después de haber sacado de una mujer un espíritu de adivinación, fue
    demandado por los amos de la mujer, y encarcelado injustamente. Pero Pablo, estando preso, a media noche empezó a
    entonar himnos a Dios, los cuales eran escuchados por todos los presos. En eso estaba cuando de repente vino un gran
    terremoto del tal magnitud, que los cimientos de la cárcel se sacudían y al instante se abrieron todas las puertas y las cadenas
    de todos se soltaron.

    ¿Casualidad? Yo también lo pensaría, pero solo en el caso del terremoto y las puertas… pero no en el caso de las cadenas.
    Pero por si esto no fuera suficientemente increíble, menos lo que sucedió después. Pues esto se prestaba para que todos los
    presos escaparan, incluyendo a San Pablo. Por lo tanto, cuando el hombre que cuidaba la cárcel vio las puertas abiertas… saco
    su espada y se iba a matar, pues sabia que sus superiores no lo perdonarían. Pero Pablo le grito y le dijo que no se hiciera
    ningún mal, pues nadie se había escapado.

    ¡Que tremendo! Esa es la actitud correcta de un autentico cantante cristiano. El cual, no saca provecho egoísta de lo que provoca
    su canto. Y tal acción de parte de Pablo, sirvió para que el carcelero creyera, en el Jesús que Pablo predicaba, no solo con su
    canto, no solo con su boca, sino con su conducta.

    Si usted solo ha escuchado música cristiana comercial, es posible que solo se haya conmovido o motivado a decir: “que bonito
    lo que dice…”
    Pero si usted ha llegado a escuchar música cristiana inspirada por Dios, y lo ha hecho con atención. Seguramente su vida
    nunca volverá a ser la misma. O si en su estación de radio llega a programarla, prepárese para escuchar testimonios de
    milagros, de parte de sus radio escuchas, pues la autentica música cristiana, aun continua teniendo poder.


    Escrito por:
    Melvin Chacón
    Director de Grabaciones Musife
    Miembro de Iglesia del Nazareno
    (818) 904-0398
    melvin.chacon@musife.com