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El Movimiento de Música Cristiana Hace una década, casi nadie creía que la Música Cristiana fuera a tener algún tipo de éxito comercial en la industria, mientras que algunos otros, ni siquiera sabíamos que tal movimiento existiera. Sin embargo, hoy es conocido que el género Cristiano vende millones de discos y además es uno de los que más ha crecido en los últimos años. Por ello, compañías como Sony, Wea, Emi y Fonovisa (entre otras), han tomado cartas en el asunto.
el llamado “Movimiento de Música Cristiana”. Y para que esta columna tenga bases convincentes para usted. Empezare compartiendo los pasos que me han traído literalmente hasta aquí, y sin los cuales mis escritos carecerían de fundamento. Yo entregue mi vida a Jesús siendo apenas un niño de quizás unos 7 años, y aunque no tenia muchos “pecados” de que arrepentirme y menos aún algo que “entregarle…” entendí que eso era lo que se me requería en aquella reunión religiosa. Los años pasaron y aunque tuve varias experiencias bonitas dentro de mi nueva fe, una de las desagradables fue recibir la prohibición de escuchar música secular (música secular se le llama a la que no tiene nada que ver con el cristianismo). Y esa fue una de las razones por las cuales opte por ya no continuar.
una radio, la acepte inmediatamente. Fue el señor Ernesto Porras, Gerente de “Central de Radio” en la ciudad de Guatemala, quien me dio la oportunidad a mis 14 años de trabajar como operador y luego locutor de radio. Después de más de un año de trabajar allí, emigre a Boston Massachussets, donde trabaje con mi papá, quien era propietario de tres tiendas de discos (las famosas “mom-and-pops-stores”) y allí aprendí a vender discos detrás de un mostrador. Meses después me vine a California donde la señora Silvia Barrera tuvo la confianza de contratarme para una de las tiendas Ritmo Latino, y semanas después fui ascendido para la posición de asistente de manager por la Supervisora Isabel. Allí estuve un par de años y luego mi siguiente paso fue hacia la compañía que en aquel entonces se llamaba Wea Latina. Fui contratado por Carlos Buchelini y Gustavo Fernández, personas que más que jefes fueron mis amigos. Allí empecé haciendo “displays” y marketing en las tiendas de discos, y posteriormente trabaje en el área de promoción y ocupando un lugar como vendedor para la Costa Oeste junto a Carlos B. Tenia un trabajo con el que estaba contento, me la pasaba en conciertos, viajando, usted sabe, lo normal dentro de este medio. Pero algunos problemas familiares, me llevaron a un replanteamiento legítimo de mi vida. Me llevaron a la realidad de que nadie tiene la salud o la vida comprada; nadie esta exento de que algún familiar pueda tener un accidente o ir a la cárcel de por vida, y la “fama” o el dinero que hayas acumulado, no nos sirve de nada en circunstancias así. Y fue en un momento así, en el cual solo Dios podía ayudarme, que decidí volver a El. Y le entregue nuevamente mi vida, pero ahora con más conciencia de lo que hacia, y algunos pecados que verdaderamente necesitaban ser perdonados. Le entregue mi vida y mi carrera. Le dije que estaba dispuesto a dejar mi trabajo si El me lo pedía, pues ni idea tenia de que existiera un Mercado de Música Cristiana. Permanecí un año más en Wea, haciendo lo mejor de mi parte en un trabajo que ya no disfrutaba tanto como antes, por la clase de mensajes que promovían algunas canciones o grupos como “Los ángeles del infierno”, pero al mismo tiempo fue un tiempo hermoso, donde los mismos clientes e incluso algunos artistas, me decían que veían una paz “diferente” en mi vida. Una mañana, mientras viajaba rumbo a la ciudad de Oxnard California, ni idea tenia que ese día no solo iba a conocer el Mercado Cristiano, sino que iba a formar parte de el y del gran “Movimiento de Música Cristiana” que se avecinaba. Sintonice una radio cristiana de aquella área y escuche la entrevista que le hacían a un tal Juan Carlos Fernández (Rabito). En su entrevista el decía que un alto ejecutivo de una empresa secular (El Sr. Guillermo Santizo) había entregado su corazón a Cristo y que a raíz de eso, dicha compañía (Fonovisa) lanzaría con una fuerte campaña de promoción su mas reciente producción. El no menciono nombres, pero cuando tocaron el promocional, supe que era la canción de la campaña preventiva que Fonovisa tenia en Univision y esa era la razón por la cual el “spot” decía: “es algo diferente…”. Yo no podía creer lo que escuchaba, según yo, conocía el medio y no creía que alguna compañía tuviera la “fe” de invertir cientos de miles de dólares en un disco cristiano como este cantante aseguraba, pero cuando escuche el sencillo, me di cuenta que algo grande iba a pasar con la música cristiana y yo por su puesto, quería ser parte de ello. Inmediatamente llame a Fonovisa y les dije que daba gracias a Dios por lo que ellos estaban haciendo y que si me lo permitían, con todo gusto y sin cobrarles un centavo, yo podría participar en la promoción de ese álbum, pues quería ser parte de alguna manera de aquel acontecimiento sin precedentes. La historia es larga, pero una parte que no puedo dejar de mencionar, es la que sucedió cuando el señor Gilberto Moreno, Director General de Fonovisa en aquel entonces, me ofreció trabajo, pero al mismo tiempo me dijo: “No podemos pagarte lo que ganas en Wea, tampoco podemos ofrecerte una posición como empleado de la compañía y eso incluye: no beneficios. Porque aquí las posiciones tienen que ser aprobadas desde México y eso en ocasiones demora años. Si aceptas la posición, será como trabajador independiente”. Pero como yo ya había orado sobre ese asunto y había esperado todo un año para cambiar de trabajo, le dije: bueno, si usted me paga más de lo actualmente gano… yo acepto el trabajo. Si me pago lo mismo, acepto igual y si me paga menos… de todas formas acepto. Nada me hará más feliz que seguir trabajando con música y en este caso, música que promueve el amor y la paz de Dios. Dios honró mi decisión. Pues en un par de semanas, mi posición fue aprobada desde México, me dieron todas las prestaciones y un sueldo que supero por varios miles al que tenía en Wea Latina. Y eso, sin nombrar los privilegios y categoría que todos sabemos que otorgaba el ser un empleado de Fonovisa en aquella época. Hasta ese entonces yo desconocía que existiera un “Mercado Cristiano” organizado, y pensaba que mi trabajo se enfocaría en pequeños negocios y alguna que otra radio cristiana perdida por ahí, pero me equivoque, me equivoque, me equivoque… El mercado existía y estaba a punto de crecer como nunca. Dure aproximadamente dos años en Fonovisa donde pude ser parte del plan de promoción y ventas que tuvo el disco “Sinceridad” de Rabito, el cual llego a tener ventas de más de 200,000 unidades y también pude producir algunos discos como la recopilación de varios artistas “Directo al espíritu”, la cual vendió cerca de las 140,000 unidades. Los cambios que ocurrieron hace algunos años en Fonovisa, alcanzaron el departamento de Música Cristiana, pues aunque facturamos varios millones de dólares, el departamento se tuvo que cerrar. Pero yo quede muy agradecido con Dios y con la gente de Fonovisa, por el privilegio que me habían dado al permitirme formar parte de todo lo sucedido en tan pocos años. Además, el reconocimiento que de alguna forma mi posición y los logros obtenidos me habían dado, me ayudo para que en lugar de buscar trabajo, a mi puerta llegaran varias ofertas para continuar así, dentro del mercado cristiano. Y bueno, por la gracia de Dios, hoy actualmente trabajo como Director General de la disquera cristiana Grabaciones MusiFe. Con un total de 9 años dentro de la música secular y 6 dentro de la música cristiana. Aunque en forma general el mercado cristiano funciona igual que el mercado secular (es decir, en los medios de comunicación y distribución). Hay muchas variantes que estoy seguro usted querrá conocer para no entrar tarde en la movida como ha sucedido con la música regional mexicana y la ahora famosa, música urbana. Estilos o géneros que han existido desde hace mucho tiempo y significado ventas muy altas, pero solo para aquellas personas que identificaron su potencial comercial a tiempo y reconocieron a los cantantes que por legitimidad formaban parte del movimiento. Lo invito pues, a que mes a mes, juntos, sigamos aprendiendo e incursionando en el ahora conocido “Movimiento de Música Cristiana”, para que no nos pase lo que le sucedió a las compañías cinematográficas que le negaron a Mel Gibson la oportunidad de asociarse y al ver los resultados obtenidos (records mundiales de asistencia en los cines y ventas millonarias en videos), se dieron de golpes contra la pared, por dejar ir de sus manos un negocio de cientos de millones de dólares. El mensaje de Jesús siempre será buscado por la gente. No de balde es el Hijo de Dios, y sus palabras las más sabias, verdaderas y amorosas que se han escuchado. No importa si su estación o negocio no es visitado o escuchado por “Cristianos”, es hora de formar parte de este movimiento y respetar el gusto que mucha gente sin ser “religiosa” tiene por el mensaje de Dios. Hasta la próxima. ¡Que Dios te bendiga!
Melvin Chacón Director de Grabaciones Musife Miembro de Iglesia del Nazareno (818) 904-0398 melvin.chacon@musife.com |