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Apreciada Elena* : No hizo falta que me confesaras que te entregaste a tu ex-novio, para saber que ciertamente tuvieron relaciones sexuales. Y agradezco que haya sido así. Porque ahora puedo darte mi opinión abierta e indirectamente si llegas a leer este artículo. Se que te entregaste a el por amor y por inmadurez, por creer que el te podía hacer feliz en este mundo donde te ha tocado sufrir tanto, empezando por la perdida de tus padres. Por otra parte, se que también tuvo mucho que ver que el hecho de que el tiene apariencia de buena persona y tuvo buenos detalles para contigo. Parecía increíble que el solo te quisiera usar pero… finalmente así fue. El solo te uso y ahora te deja deshonrada y con un gran sentimiento de culpa. Y no es mi intención hacerte sentir peor, pero a todo esto tengo que aclararte que no fue un error el que cometiste, sino un pecado. Y te lo digo muy claro porque Dios no ofrece nada para los errores, pero al pecador si le ofrece perdón por medio de Jesús. Nada en el mundo justifica que hayas cometido el pecado de fornicación y lo que estas sufriendo es sin duda consecuencia de tus malas decisiones. Las cuales, si no corriges a tiempo, podrán afectar de manera importante tu futuro. Pues no hay cosa más triste que llegar a la luna de miel con malos recuerdos, imágenes negativas y un gran cargo de conciencia por los yerros del ayer. La Biblia dice en Hebreos 13:4 “Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla (sin mancha); pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios”. La buena noticia es que si te arrepientes de corazón, Dios puede perdonarte y darte una “segunda virginidad” para que vuelvas a empezar de nuevo. Elena la verdadera virginidad no es como muchos creen, una membrana llamada himen, la cual se rompe comúnmente en la primera relación sexual. Pues hoy en día hay muchas jovencitas que teniendo sexo oral o anal, conservan intacto su himen pero su alma sucia, y creen equivocadamente que de esa forma llegaran “vírgenes” al matrimonio… La verdadera virginidad es la de un alma pura y sin mancha, o en circunstancias como la tuya, la de un alma perdonada y restaurada por el amor y la paz de Dios. La virginidad es como un cheque, donde lo que vale no es el papel, sino los fondos disponibles. Y al igual que una persona puede haber girado muchos cheques sin fondos, siempre tiene la oportunidad de empezar de nuevo y restaurar su economía. Así también los fondos de la virginidad pueden ser restaurados cuando existe un arrepentimiento genuino y un nuevo compromiso de guardarte para tu futuro esposo. Si crees que ya no vales nada, Dios te puede dar valor. Si crees que todo esta perdido, necesitas conocer un poco mas del amor y la misericordia de Dios. Elena, no todo esta perdido, es cierto, quizá tu cuenta ahora esta en números rojos, pero Dios puede hacer la diferencia. El por medio de su Hijo Jesús pagó la cuenta por tu pecado, la pagó, la pago con la sangre de su Primogénito por que te ha amado tanto, que lo menos que puedes hacer, es venir de rodillas ante El y pedir y recibir Su perdón. Cuando Dios levanta tu cabeza, nadie más la puede bajar. Vuelve a levantarte, aprende de la caída y sigue caminando en el nombre de Jesús. Nadie esta libre de pecado excepto Jesús, así que nadie podrá condenarte. Y en cuanto a Jesús, el solo se limita a decirte en Juan 8:11 Ni yo te condeno, ve y no peques más… *Por motivos de confidencialidad, se ha cambiado el nombre real. Escrito por: Melvin Chacón Instructor de Noviazgo y Sexualidad Por el Instituto de Lideres Integrales. Miembro de Iglesia del Nazareno en Panorama City. (818) 904-0398 melvin.chacon@musife.com |
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