matrimonio, quiero aprovechar este “mes de los enamorados” para confesar que ya no estoy enamorado de mi esposa. Pero por favor, no me juzgues hasta que no termines de leer todo el artículo.
entre estar enamorado y amar a una persona. Y esta consiste en que, cualquiera puede ser flechado por “cupido” y soñar despierto con una persona, al grado de perder el apetito, la concentración en los estudios y el trabajo… Estar enamorado es una etapa hermosa y peligrosa en la vida. No es amor. Es algo así como una “borrachera”. Donde las razones merman y la voluntad propia desaparece. Se ve a la pareja como a alguien súper especial. No tienes que contarme, yo lo viví varias veces. “¿Ella? Ella es perfecta. Nos llevamos tan bien. Nos entendemos sin palabras. Claro, tenemos problemitas pero los resolvemos rapidito. ¿Es una interesada? Ya no eres mi amigo. Si, si sabe cocinar mamá. No, no es muy limpia que digamos, pero no la quiero para sirvienta… Ella es la mujer de mis sueños…” Se llama “enamoramiento”. No hay que esforzarse por perdonar o comprender. Simplemente, se perdona y comprende todo, aun las malas actitudes se justifican. Es un estado emocional bello, pero que siempre tiene sus días contados. ¿Por qué? Por el bien de la humanidad. Si el enamoramiento no muriera, no habría hospitales, escuelas o empresas eficientes. Nadie seria apto para desempeñar plenamente nada.
semanas o meses, y en raros casos, uno o dos años como máximo. Debido a que el enamoramiento quita concentración, en la Ley de Moises se ordenaba que ningún recién casado, debería salir a la guerra y que en ninguna cosa se le debía de ocupar (Deuteronomio 24:5). Y es que claro, un hombre enamorado no tiene cabeza para nada, y si en semejante estado salía a pelear, corría el peligro de perder la cabeza en el primer envite, a falta de concentración.
tanto y sin esfuerzo, que cuando desaparece, la mayoría de personas (como los artistas) sufren una confusión y declaran: “ya no la amo” o “ya no siento nada por ella, me voy a divorciar” y en el peor de los casos: “ahora amo a otra persona”. Cuando lo correcto debería ser: “Ya no estoy enamorado” y tomar la decisión de ejercer el verdadero amor. ¿Cuál es el verdadero amor? Bueno, aquí te va la mejor descripción conocida: “El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. 1 Corintios 13:4-7 El amor es pues, una decisión que se toma de dar, decir, hacer, invertir, trabajar para la felicidad y satisfacción de la pareja, y que no debe cambiar aunque no se reciba lo mismo. Si nuestra pareja no nos satisface en alguna área, debemos hablar, inspirar y motivar un cambio, pero jamás a cambio de nuestro amor. Porque el amor no debe ser un premio, sino un regalo. Tú puedes estar casado y enamorarte de alguien diferente, en realidad puedes, pero no debes. Y en el caso de que suceda, no lo llames amor. Porque el amor no hace nada indebido. Por ello en la fornicación, adulterio, homosexualidad, violación, pedofilia y todo tipo de practicas que van contra la Palabra de Dios, no puede haber amor puro. Aunque talvez si enamoramiento y pasión. En este “mes de los enamorados”. No seas perezoso y aviva el verdadero amor con tu pareja. No des excusas como: “es que no me nace…” Claro que no te nace, porque esto no es un “parto…” El amor es fruto de decisiones. A pocos hombres casados nos “nace” comprar una flor o escribir una tarjeta, llevar a nuestra pareja a un buen restaurante (sin hijos) o a pasear a una playa. Quedarnos callados en una discusión, decirle a nuestra esposa que se ve hermosa o que la cena le quedo deliciosa. ¿Hace cuanto que no besas apasionadamente (de lengüita) a tu esposa? Pero no en la cama cuando… sino en el auto a la orilla del mar. Nunca le has dicho: ¿Amor quieres que lave los platos? O toma, este dinero es para tus padres. No, no te rías. Escribo en serio. ¿No fue así como la conquistaste? Recuerda: Querías conversar con ella a todas horas. En el restaurante te sentabas junto a ella y torcías tu cuello para verla a los ojos y… hablabas y la escuchabas. No me digas que ahora eres de los que se sientan donde caiga y miras para todos lados mientras te atienden. La diferencia entre estar enamorado y amar a tu pareja, estriba en que antes las cosas las hacías para ser feliz TU y ahora debes hacer las mismas cosas, pero para hacerla feliz a ELLA. Ama a tu pareja con tus palabras, con tus caricias y besos, con tu tiempo, con tus actos de servicio y con regalos. De la misma forma que lo hiciste hace años. Con la diferencia que esos actos ahora valdrán más. Porque serán el fruto de tu voluntad. Ah. Se me olvidaba. Por eso dije que ya no estoy enamorado de mi esposa. Porque ahora la amo. Es decir, he decidido amarla. “Alégrate con la mujer de tu juventud” Proverbios 5:18 Escrito por Melvin Chacón. Inspirado en el libro: Los 5 lenguajes del amor. |
Ya no estoy enamorado de mi esposa |